El corazón, ese órgano vital que late incansablemente en nuestro pecho, nos permite vivir y experimentar la vida en toda su plenitud. No obstante, en ocasiones, factores como el estrés, una dieta poco saludable y hábitos de vida sedentarios pueden poner en riesgo la salud del corazón.
Entre las amenazas más serias que el sistema cardiovascular puede enfrentar, se encuentra el infarto. Pero ¿sabías que podemos influir en la prevención del 90% de los infartos? Según la Fundación Española del Corazón (FEC), abordar estos factores de riesgo y estar preparados para actuar con rapidez en caso de emergencia, puede marcar la diferencia en la salud de nuestro corazón.
Reconocer los síntomas del infarto es crucial, ya que una acción pronta puede marcar la línea que separa la vida de la muerte. En este artículo, exploraremos en detalle los síntomas que podrían indicar un posible infarto. Aprender a identificar estas señales no solo ayudarán a proteger nuestra propia salud, sino también, a brindar asistencia a quienes nos rodean en situaciones de emergencia.
¿Qué es un infarto?
Antes de abordar los síntomas de un infarto, es esencial comprender qué es un infarto y cómo se produce. En esencia, un infarto ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del corazón se interrumpe, generalmente, por una obstrucción en una arteria coronaria. Si deseas profundizar en este tema con información más detallada, te invitamos a consultar nuestro artículo, haciendo clic aquí.
Síntomas del infarto: identifica las señales de peligro
Si bien solemos asociar el dolor en el pecho que se propaga hacia el brazo izquierdo con un posible infarto, existen otras señales menos evidentes que también merecen nuestra atención. La Fundación Española del Corazón resalta que estos síntomas pueden variar entre hombres y mujeres. Por ejemplo, en el caso de las mujeres, pueden ser más propensas a experimentar dificultad para respirar, sudores fríos, náuseas y fatiga inusual. Por otro lado, en los hombres, es más frecuentes la sensación de opresión o dolor en el pecho que se irradia hacia el cuello y el brazo izquierdo.
No obstante, también existen señales más generales que debemos considerar:
Dolor en el pecho: se siente una opresión en el centro del pecho o en lado izquierdo del tórax. Puede extenderse durante minutos y ocasionalmente desaparecer, para luego retornar.
Zonas de dolor en diferentes zonas: la opresión en el pecho puede irradiarse hacia el brazo izquierdo, el derecho o ambos, como también a la mandíbula, la boca del estómago, los omóplatos o la espalda.
Dolor en la boca del estómago: este síntoma varía según la población, siendo más común en mujeres y ancianos. Se manifiesta un malestar en la boca del estómago que se alivia únicamente con eructos.
Es relevante destacar que algunos síntomas del infarto, como el dolor en el pecho y la dificultad para respirar, pueden confundirse con la angina de pecho. Esta última ocurre por una reducción en el flujo sanguíneo al corazón. A diferencia del infarto, que, en cambio, se origina por una interrupción del flujo sanguíneo. Aunque ambas afecciones pueden manifestarse de manera similar, la angina de pecho tiende a ceder con el tiempo o por el reposo. Por otro lado, el infarto puede tener consecuencias más graves, con la posibilidad de causar daños permanentes al corazón o incluso ser potencialmente mortal.
La importancia de la prevención ¿cómo puede ayudar la Aspirina 100*?
Si bien es esencial reconocer los síntomas del infarto, la prevención también juega un papel crucial. La Aspirina 100*, conocida por sus propiedades antiinflamatorias y anticoagulantes, puede ser una aliada en la lucha contra los infartos. Se ha demostrado que puede prevenir 1 de cada 3 infartos en pacientes con 2 o más factores de riesgo cardiovascular en personas entre 40 y 70 años.
La clave para evitar un infarto radica en estar atento a los factores de riesgo, la capacidad de actuar rápidamente en caso de un evento cardíaco y en mantener un estilo de vida saludable. Así que, la próxima vez que sientas que tu cuerpo te está enviando señales, escúchalo. Tu corazón podría estar tratando de decirte algo importante.
*ASPIRINA 100 mg. No. de Registro Sanitario: 360450612 Forma farmacéutica: tabletas. Posología: Tomar 1 tableta de 100 mg al día o en su defecto la dosis y tiempo que su médico tratante considere. Precauciones de uso y advertencias: Los productos que contienen ácido acetilsalicílico no deben usarse en niños y adolescentes para infecciones virales sin consultar a un médico. El ácido acetilsalicílico puede ocasionar una diátesis hemorrágica aumentada durante y después de operaciones quirúrgicas. Usarse con precaución en pacientes con insuficiencia cardiaca, hepática o renal, y en pacientes con uso concomitante de anticoagulantes. Si los síntomas persisten, consulte a su médico. Contraindicaciones: Hipersensibilidad al ácido acetilsalicílico u otros salicilatos, o, a cualquier otro componente del producto. Antecedentes de asma inducida por la administración de salicilatos o sustancias con una acción similar, en particular los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, Úlceras gastrointestinales agudas. Diátesis hemorrágica. Insuficiencia renal grave. Insuficiencia hepática grave. Insuficiencia cardíaca severa. Combinación con metotrexato a dosis de 15 mg / semana o más. Último trimestre del embarazo.
CH-20230912-155
Fuentes:
https://muysaludable.sanitas.es/salud/prevencion/d-iferenciar-una-angina-pecho-infarto/
https://fundaciondelcorazon.com/blog-impulso-vital/3245-el-infarto-femenino-icomo-avisa.html
https://cardioalianza.org/las-enfermedades-cardiovasculares/angina-de-pecho/
https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/43402/9-243546724_spa.pdf?sequence=1